Si trabajas en el ámbito de un laboratorio, sin duda debes
encontrarte con varios tipos de instrumentos y máquinas costosas y complicadas.
Saber cómo utilizarlos puede ser beneficioso. Esto es especialmente cierto si
pretendes utilizarlos en el desarrollo de tu investigación. No saber qué estás
haciendo puede retrasarte de muchas maneras diferentes.
El equipo de laboratorio puede causar
efectos secundarios peligrosos si no se utiliza de manera correcta. Algunas
veces, algo tan sencillo como un mechero Bunsen puede quemar objetos que se
encuentren a su alrededor, causar daños a la propiedad y, potencialmente, dañar
a tus compañeros, si no lo utilizas de forma correcta y con sumo cuidado.
Saber operar todos los equipos del laboratorio de manera adecuada limitará
este tipo de accidentes y te permitirá crear un ambiente de trabajo
seguro.
Las
máquinas de laboratorio son herramientas científicas complejas. Pueden tener
más que un simple interruptor de encendido. Se deben llevar a cabo calibrados
precisos, a fin de asegurarse de que la tarea se está realizando exactamente
como el experimento o el estudio lo requieren. Por ejemplo, la báscula se debe
llevar a cero cuando no tiene nada en su interior, a fin de que cualquier peso
adicional se mida con precisión en la pantalla. Esto garantiza que la máquina
haga su trabajo en forma eficiente y gaste la menor cantidad de tiempo y
energía posible. Esto es conveniente, porque acelera la velocidad en la que
puedes realizar tus análisis, y beneficia a la máquina, dado que le permite
funcionar dentro de los parámetros recomendados, por lo que durará más tiempo
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